Translate

miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA RANITA CHIRIBITAS

                   En un lugar no muy lejano de los demás lugares, en una gran charca de aguas cristalinas, vivía la ranita Chiribitas.
ranaa Cuentos infantiles: La ranita chiribitas                   La ranita Chiribitas era una ranita muy miedosa. Eran muchas las cosas que le daban miedo. Y cuando tenía miedo los ojos le hacían chiribitas. Se asustaba de los ruidos desconocidos, de las cosas que eran extrañas, y le daban mucho miedo (pero mucho mucho) los fantasmas y ¡eso que nunca había visto uno! Cuando pensaba poder encontrarse con uno hasta se ponía a temblar de tanto miedo que sentía, y los ojos le hacían muchísimas chiribitas.
                    La ranita Chiribitas no solía salir de la charca de aguas cristalinas donde vivía porque pensaba que fuera de allí podía haber cosas que le asustarán muchísimo.
                   Un día Chiribitas jugaba dando saltitos de hoja en hoja, y tan bien se lo estaba pasando que sin darse cuenta se alejó de su charca de aguas cristalinas. Cuando se quiso dar cuenta estaba en un sitio donde nunca antes había estado, desconocía completamente ese lugar. Y se asustó muchísimo por dos cosas, la primera porque allí podría encontrar muchas cosas que daban miedo, hasta fantasmas, y la segunda porque no sabía cómo volver a su charca, no había prestado atención al camino. Los ojos de la ranita hacían muchas, pero muchas, muchísimas chiribitas.
                     Allí estaba la ranita cuando alguien le golpeó suavemente la espalda. Chiribitas se volvió para comprobar perpleja que tenía a su lado un fantasma que le había golpeado suavemente la espalda. Sus ojos no cesaban de hacer chiribitas. La ranita Chiribitas comenzó a correr rápidamente, quería huir del fantasma, y tan asustada estaba que tropezó con una gran piedra y cayó dándose un fuerte golpe.
                    El fantasma se acercó a ella, la ranita pensó que ya no tendría escapatoria y cerró los ojos esperando que algo terrible le ocurriera. Pero para su sorpresa no fue así, el fantasma le ayudo a levantarse y le preguntó:
-¿Te has hecho daño? ¿Por qué corres así? Deberías tener más cuidado.
La ranita estaba atónita, el fantasma estaba siendo amable con ella. 
La Ranita respondió al fantasma:
-Porque eres un fantasma y los fantasmas me dan mucho miedo.
El fantasma entonces la preguntó:
-¿Y por qué te dan miedo los fantasmas?
La ranita no supo qué responder, ya que no tenía ninguna razón para temer a los fantasmas. Entonces el fantasma continuó hablando y le dijo:
-Te dan miedo los fantasmas porque no conoces a ninguno, ahora me conoces a mí y has visto que no tienes nada que temer.
                   Fue así cómo la ranita Chiribitas y el fantasma se hicieron muy amigos. El fantasma acompañó a la ranita a su charca, mostrándole el camino. Y desde entonces la ranita aprendió a no temer a las criaturas que no conocía. Antes les daría una oportunidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario